Sandra 5 de 5 Final
Entre parloteos y pensar en el vicio había pasado aproximadamente media hora. Y pensé que algo se me había olvidado. ¡Claro! me había olvidado de Ana. Cuál fue mi sorpresa que al voltearme a ver el carro, tenía las puertas abiertas y ni rastros de Ana. Me sentí mal ya que mi primera intención era no llevarme a Ana.
Estaba a punto de sacar del
bolsillo de mis jeans mi teléfono celular para llamar a Ana cuando una mano de
mujer no me dejo ver más la pantalla de mi celular. ¿A quién vas a llamar?
Levante la mirada y era Sandra quien me lo preguntaba. Me pareció raro pues
desde que me ofrecí a llevarla a su casa no me había dirigido la palabra.
Conteste rápidamente tan
diligente como que si se tratase de una tarea importante “Iba a llevar a Ana a
su casa y se desapareció”. “Déjalo así” me dijo “Si en realidad lo necesitara
te hubiera esperado”
Aproveche que se había
salido de la plática y le dije “No vas a ir a la fiesta” típica pregunta tonta
pues hace unos momentos había escuchado que no iría a la fiesta. “No tengo
muchas ganas de ir” fue su respuesta. En el pasado por pensar mucho las cosas
perdí… y perdí tanto que aun siento que si hubiera dominado mis inseguridades y
que si hubiera sido más yo habría ganado la felicidad más grande.
Pero no fue así, calle mis
sentimientos y el único que perdió la batalla fui yo., Mendigo de Amor. Y por
más que analice esa situación pasada, el tiempo no regresa Solo tiene un
sentido. El mismo sentido que debería de llevar mi vida, hacia adelante. Pero
aun el amor de ayer atormenta mi alma, me quita el sueño e impide mi felicidad.
Creo que es el momento
adecuado para dejar de pensar en ella, esa mujer que al igual que yo perdió,
sufrió y lloro las más amargas lagrimas que en su vida pensó recorrerían su
cara. Su dolor fue mi dolor, y la impotencia de poder hacer algo martirizan mi
vida.
Pero creo que lo que paso
fue por algo y que si ella así lo quiso así debió ser desde un principio.
Lamento únicamente que de este huracán de emociones saliera herida una persona
inocente, la chica que trato de borrar las heridas de mi corazón y que en el
proceso sufrió más que yo pues solo yo puedo curar mi dolor.
“Sandra, quieres ir a la fiesta conmigo mañana”
¿Es una cita? No bromeas verdad…
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